Los pasados meses de julio y agosto han sido testigo de una intensa actividad en la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna (RBVOyL). A través del programa cultural de verano, pueblos como Canales-La Magdalena, La Utrera, Murias de Paredes, Riello, Caldas de Luna y Barrios de Luna se convirtieron en un aula al aire libre, donde grandes y pequeños exploraron la naturaleza, el arte y la cultura de su entorno.
Durante las jornadas organizadas desde la RBVOyL, la comunidad local se reunió para vivir experiencias inolvidables. Tres actividades principales marcaron la agenda:
Con cuadernos, lápiz y pincel, grandes y pequeños se adentraron en la naturaleza para dibujar las aves que habitan la zona. Guiados por expertos, los participantes no solo desarrollaron sus habilidades artísticas y analíticas, sino que también aprendieron a identificar las diferentes especies y sus hábitats. La sensación de libertad al aire libre, combinada con la satisfacción de crear un registro creativo único y personal, hizo de esta actividad una experiencia inolvidable.
Los participantes, equipados con mucha curiosidad y predisposición, tuvieron una clase para diferenciar huellas de animales autóctonos: zorros, jabalíes y otros habitantes de los bosques de Omaña y Luna se convirtieron en un gigantesco libro de aventuras, donde cada huella era una pista que revelaba la presencia de animales conocidos y desconocidos. La emoción de descubrir una huella perfecta o un rastro y la satisfacción de crear una reproducción de una huella a partir de molde de arena y yeso para llevarse a casa fueron momentos mágicos para todos.
Con la llegada de la noche, los valles se transformaron en un escenario misterioso y lleno de sonidos. Armados con linternas y una gran dosis de curiosidad, los participantes se adentraron en la oscuridad para escuchar los cantos de las rapaces nocturnas y los ecos de los murciélagos. La experiencia de conectar con la naturaleza en su estado más puro y de descubrir un mundo oculto a simple vista fue una aventura inolvidable.
Además de estas actividades, en Riello, los participantes tuvieron la oportunidad de colaborar con expertos en el anillamiento de aves. Esta experiencia única les permitió acercarse a estas criaturas de cerca, aprender sobre su biología y comprender la importancia de su conservación. Con la ayuda de los expertos, los más pequeños pudieron sujetar suavemente a las aves, colocarles los anillos identificativos y liberarlas de nuevo a la naturaleza, siendo testigos directos de la fascinante vida de estas especies.
A través de estas actividades, la RBVOyL no solo ha promovido el conocimiento y la conservación del entorno natural, sino que también ha fomentado la participación de la comunidad local. Niños y adultos han compartido momentos inolvidables en familia, creando recuerdos que perdurarán en el tiempo. La RBVOyL se consolida como un espacio privilegiado para disfrutar de la naturaleza, el arte y aprender y conectar con la comunidad.
Te invitamos a unirte a nosotros en futuras aventuras.
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