La última entrevista que realizamos en Conversaciones Entre Apiarios y Flores, tuvo lugar la pasada semana en la localidad de Mora de Luna. Allí nos reunimos con Pablo García, uno de los apicultores más veteranos de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna (RBVOyL).
Pablo nos cuenta que empezó en esta andadura allá por el año 98: «en mi familia, que desciende de Campo de La Lomba, había habido antiguamente varias generaciones de apicultores, como en casi toda Omaña, que disponían sus colmenas en los típicos cortines amurallados para protegerlas del ataque de los osos. Después de muchos años escuchando a mi abuelo hablar de las colmenas que tenía su madre, mi bisabuela, empezó a llamarme la atención este mundo y le pedí que me consiguiera un par de enjambres para probar». Fue entonces cuando su abuelo, que conocía y era gran amigo de otro de los veteranos de nuestra zona, se puso en contacto con él. «Gracias a Paco Melcón, natural de Campo de La Lomba, conseguí dos enjambres y comencé a introducirme en esta actividad aprendiendo de su experiencia, por lo que estoy muy agradecido con él».
Hoy en día, Pablo cuenta con una explotación de unas 300 colmenas, de las que extrae propóleos y miel desde finales de agosto. «Actualmente, llevo la explotación con ayuda de mi mujer y mis hijos». Como bien dice Pablo, «aquí producimos una miel muy completa y libre de contaminantes por la ausencia de agricultura intensiva. Destaca la presencia del roble, pero también de sauce, brezo, piorno y escoba, entre muchas otras».
Lo que nos hace afortunados, que es disponer de una explotación en plena naturaleza virgen, también nos obliga a adaptarnos a los depredadores naturales de las abejas que en ella habitan y que, como ya hemos adelantado varias veces, se reducen al oso pardo, pues aquí no hay apenas presencia de abejaruco. «Yo he tenido varios ataques en los últimos años, uno de ellos muy grave, en el que perdí 32 colmenas y de cuyo expediente, tras dos años y medio, aún no he tenido noticias». Y es que Pablo no es el primer apicultor que destaca la tardanza a la hora de cobrar los daños por el oso pardo. «Aun así, después de aquello, me puse en contacto con el personal del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), ellos me ayudaron a cerrar correctamente el colmenar y no he vuelto a tener problemas en el asentamiento, por lo que creo que es factible adaptarnos a la presencia del animal sin grandes pérdidas». El principal problema que podemos tener aquí, como en todas partes, «es la climatología, que debe acompañar para que las colmenas sean productivas. Además, los tratamientos contra la varroa, que comienzan a ser menos efectivos tras desarrollar esta cierta resistencia a los mismos, a veces no son suficientes para controlar al parásito».
En cuanto a las ideas de Pablo para potenciar el sector de la RBVOyL, nos habla de «conseguir una marca como la de la Reserva de la Biosfera, nos potenciaría a todos los productores a la hora de dar mejor salida a nuestros productos. Quizá se podría plantear hacerlo a través de una especie de cooperativa a nivel comarcal, que sirva también para coordinar un poco el sector, porque cada vez somos más dedicándonos a esto».
«El objetivo es labrarnos un buen renombre, más que merecido, para ampliar fronteras y darnos a conocer fuera de aquí, ya que la miel tanto de Omaña como de Luna tiene una calidad excepcional»
Para acabar, me gustaría hablar personalmente, ya no solo como entrevistador, sino como Guille Castiñeira, apicultor enamorado de la profesión, de la naturaleza y de nuestra Reserva de la Biosfera, de la que tuve la suerte de disfrutar cada fin de semana de mi niñez y, afortunadamente, en la que cada vez puedo permitirme pasar más tiempo:
Gracias por permitirme llevar a cabo esta experiencia, acompañado de todo el equipo de la RBVOyL, que en todo momento se ha prestado a tenderme la mano cuando he necesitado cualquier tipo de apoyo para llevar a cabo este precioso proyecto. Gracias a los apicultores que, como Pablo, se han prestado con ilusión a hablar conmigo desde su perspectiva, y con su predisposición para colaborar, han logrado que juntos demos el primer paso para conocernos entre compañeros, compartir conocimientos, experiencias e ideas y, con suerte, en un futuro no muy lejano, logremos impulsar un sector de las comarcas de Omaña y Luna que tiene un indudable potencial para fijar población y facilitar la persistencia de nuestros pueblos.
Ha sido un placer contar con todos vosotros. ¡Nos vemos Entre Apiarios y Flores!
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