Desde la RBVOyL estamos recopilando, con ayuda de las personas más mayores del territorio, los topónimos de todas nuestras localidades.
La TOPONIMIA es una densa red de nombres que identificaban perfectamente cada parcela del territorio, cada fuente o arroyo, cada accidente geográfico por diminuto que fuera, cada sector de cada ladera, etc.
Todo el territorio de la Reserva ha estado habitado y aprovechado por pequeñas comunidades humanas asentadas en una malla de diminutos núcleos de población que aprovechaban al máximo posible los recursos del territorio (tierras de cultivo, pastos, bosques, aguas, caza, etc). La toponimia permitía ubicar cada recurso y comunicarlo sin error a los vecinos.
En un territorio habitado desde época pre-romana, la mayoría de esos topónimos son muy antiguos y se fueron transmitiendo de generación en generación, de forma oral, memorizándolos desde niños a través de su participación en las tareas de subsistencia de la comunidad: las veceras, la ayuda en las faenas agrícolas, etc.
Hoy en día este patrimonio inmaterial (de gran valor arqueológico, lingüístico, cultural, etnográfico y ambiental) sólo permanece en la memoria de las personas mayores de 70 años, que vivieron de niños el sistema económico de subsistencia tradicional.
Con este proyecto conversamos con los mayores, recogemos su conocimiento y lo plasmamos en mapas actuales georreferenciados que se entregan a cada localidad para que lo custodien y trasladen a las nuevas generaciones.