El pasado 6 de septiembre, sábado, el CEAS de Canales se convirtió en un pequeño laboratorio de color y memoria. Allí celebramos nuestro Recetario nº 11, dedicado al arte de teñir con tintes naturales, una tradición que une botánica, química y creatividad en cada fibra.
El guía de esta jornada fue Darío, apasionado de los tintes naturales, que nos abrió su mundo con entusiasmo contagioso. Con él viajamos a través de la historia de los pigmentos, conociendo cómo antiguas civilizaciones teñían sus tejidos con plantas, insectos o cortezas. Descubrimos la importancia del mordentado, ese paso previo que prepara las fibras para fijar el color y hacerlo resistente, y aprendimos a distinguir qué textiles —lana, seda, lino o algodón— absorben mejor cada tinte.
Pero lo más emocionante fue pasar de la teoría a la práctica: trabajamos con clavel chino (Tagetes), que regala un amarillo luminoso, y con pigmento de índigo, obtenido de la planta Isatis tinctoria, capaz de teñir las fibras de un azul intenso. Cada asistente pudo teñir su propio pañuelo, probando directamente la magia del proceso: cómo las flores, hojas y pigmentos se desprenden en el agua caliente para impregnar las fibras, creando colores únicos e irrepetibles.
Entre ollas humeantes, risas y manos teñidas, fuimos testigos de cómo el color se convierte en un lenguaje que habla del paisaje, de las estaciones y de la relación entre el ser humano y las plantas. Al igual que en los antiguos oficios textiles, comprendimos que teñir no es solo una técnica: es un acto de paciencia, respeto y diálogo con la naturaleza.
Para quienes quieran profundizar más, hemos dejado los apuntes de la jornada disponibles en este enlace.
Y como en todos nuestros recetarios, lo más valioso fue el ambiente compartido: aprender juntos, experimentar y descubrir que el conocimiento ancestral aún late fuerte cuando lo vivimos en comunidad. Cada pañuelo teñido se llevó consigo no solo un color, sino también un recuerdo: el de un día en que las fibras, el agua y las plantas nos regalaron un pedazo de historia viva.
Somos Agua II cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
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