Fasgar, 24 agosto 2023
Sondas Bioculturales es una de las acciones desarrolladas dentro del proyecto Somos Agua II y consiste en el registro de las experiencias, saberes y usos locales de las plantas de las/os vecinas/os de nuestro territorio. Dentro de esta linea de trabajo, estamos elaborando la serie de Recetarios, en colaboración con la Universidad de León, el Herbario LEB Jaime Andrés Rodríguez y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, para profundizar sobre estas relaciones con los recursos naturales autóctonos y sus posibles futuros.
El pasado jueves 24 de agosto, arrancamos con nuestro primer Recetario en Fasgar, localidad ubicada en el Vallegordo, dentro del municipio de Murias de Paredes.
La fasga (Chenopodium bonus-henricus), es una planta comestible que pertenece a la familia de las espinacas. En el pueblo de Fasgar dicen que el nombre de su pueblo proviene de esta planta, que crece abundantemente en el pueblo y sus alrededores.
Entre mayo y octubre, en tiempos de las veceras, práctica consuetidinaria mediante la cual los vecinos/as del pueblo se turnaban para llevar a pastar al ganado a los terrenos comunales, se subían las vacas a los pastos estivales ubicados de la Campa de Santiago. Durante esos meses, los/as vecinos/as se turnaban para subir a cuidarlas según el turno fijado y pernoctaban en una choza que hay allí, conocida como la choza de campo. A veces subían con unas cuantas patatas de cosecha propia, las reputadas patatas del Vallegordo, algo de unto de cerdo y, recogiendo un puñado de hojas de fasgas, elaboraban un pote para comer durante su estancia.
El jueves 24 de agosto pudimos saborear esta receta, gracias al apoyo y generosidad de Félix y Arsenio, vecinos de Fasgar con los que organizamos la jornada. Arsenio, de 92 años, vivió las veceras así como otras muchas tradiciones e historias locales vinculadas al cultivo de la tierra y a la ganadería en el Vallegordo. Al caer la tarde, ya de vuelta en Fasgar, nos reunimos a modo de calecho con Asunción, Benigna, Marcelina y Maridel, también vecinas de Fasgar, quienes nos hablaron de tiempos pasados donde los quehaceres del día a día marcaban vidas y ritmos de gran intensidad pero también de mucha felicidad.
Hoy día ya no quedan vacas en Fasgar y la despoblación del pueblo también hace notar el paso de los años. Las fasgas siguen poblando sus paisajes, si bien algo mermadas por el aumento de las temperaturas y sequías de los últimos años. La choza de campo se conserva, gracias al esfuerzo de los vecinos, y periódicamente acoge a algún excursionista que pasa por la zona.
El registro de las imágenes, sabores e historias encadenadas a esta planta, nos ayuda a documentar también las transformaciones vividas en el territorio. Mantener viva su memoria supone mucho más que un ejercicio de documentación. Es un proceso de aprendizaje basado en los recetarios de usos y costumbres locales, de su compromiso colectivo con el cuidado del territorio, que quizás puedan ayudarnos a reimaginar otras formas de construir futuros compartidos.
Somos Agua II cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEu.
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